Santiago 5:14-15
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y, si ha pecado, su pecado se le perdonará.
¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor; y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados.
Éxodo 23:25
Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad.
Mas serviréis al Señor vuestro Dios, y Él bendecirá tu pan y tu agua; y yo quitaré las enfermedades de en medio de ti.
3 Juan 1:2
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.
Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud.
Salmo 147:3
El sana a los quebrantados de corazón,
Y venda sus heridas.
Restaura a los de corazón quebrantado
y cubre con vendas sus heridas.
Sana a los quebrantados de corazón,
y venda sus heridas.
Proverbios 17:22
El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos.
Gran remedio es el corazón alegre,
pero el ánimo decaído seca los huesos.
El corazón alegre es buena medicina,
pero el espíritu quebrantado seca los huesos.
Isaías 53:4
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades
y soportó nuestros dolores,
pero nosotros lo consideramos herido,
golpeado por Dios, y humillado.
Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades,
y cargó con nuestros dolores;
con todo, nosotros le tuvimos por azotado,
por herido de Dios y afligido.
Éxodo 15:26
Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
Yo soy el Señor su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis leyes y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el Señor, que les devuelve la salud.
Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios, y haces lo que es recto ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque yo, el Señor, soy tu sanador.
Mateo 10:8
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen a los demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente.
Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Jeremías 17:14
Sáname, oh Jehová, y seré sano;
sálvame, y seré salvo;
porque tú eres mi alabanza.
Sáname, Señor, y seré sanado;
sálvame y seré salvado,
porque tú eres mi alabanza.
Sáname, oh Señor, y seré sanado;
sálvame y seré salvo,
porque tú eres mi alabanza.
Santiago 5:16
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.
Lucas 10:9
Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.
Sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles: «Se ha acercado a vosotros el reino de Dios».
Proverbios 13:12
La esperanza que se demora es tormento del corazón;
Pero árbol de vida es el deseo cumplido.
La esperanza frustrada aflige al corazón;
el deseo cumplido es un árbol de vida.
La esperanza que se demora enferma el corazón,
pero el deseo cumplido es árbol de vida.
Salmo 32:3
Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
Mientras guardé silencio,
mis huesos se fueron consumiendo
por mi gemir de todo el día.
Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió
con mi gemir durante todo el día.
Salmo 146:8
Jehová abre los ojos a los ciegos;
Jehová levanta a los caídos;
Jehová ama a los justos.
El Señor da vista a los ciegos,
el Señor sostiene a los agobiados,
el Señor ama a los justos.
El Señor abre los ojos a los ciegos,
el Señor levanta a los caídos,
el Señor ama a los justos.
Isaías 53:3
Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto;
y como que escondimos de él el rostro,
fue menospreciado, y no lo estimamos.
Despreciado y rechazado por los hombres,
varón de dolores, hecho para el sufrimiento.
Todos evitaban mirarlo;
fue despreciado, y no lo estimamos.
Fue despreciado y desechado de los hombres,
varón de dolores y experimentado en aflicción;
y como uno de quien los hombres esconden el rostro,
fue despreciado, y no le estimamos.
Apocalipsis 21:3-4
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.