Filipenses 2:3
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.
No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo.
1 Corintios 10:24
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
Que nadie busque sus propios intereses, sino los del prójimo.
Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo.
1 Corintios 13:4-5
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor.
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido.
Santiago 3:16
Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.
Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.
Proverbios 11:25
El alma generosa será prosperada;
Y el que saciare, él también será saciado.
El que es generoso prospera;
el que reanima será reanimado.
El alma generosa será prosperada,
y el que riega será también regado.
Romanos 15:2
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.
Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo.
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para su edificación.
Proverbios 18:2
No toma placer el necio en la inteligencia,
Sino en que su corazón se descubra.
Al necio no le complace el discernimiento;
tan solo hace alarde de su propia opinión.
El necio no se deleita en la prudencia,
sino solo en revelar su corazón.
Marcos 12:31
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.
El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay otro mandamiento mayor que estos.
1 Corintios 3:18
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio.
Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio.
Salmo 119:36
Inclina mi corazón a tus testimonios,
Y no a la avaricia.
Inclina mi corazón hacia tus estatutos
y no hacia las ganancias desmedidas.
Inclina mi corazón a tus testimonios
y no a la ganancia deshonesta.
Gálatas 2:20
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Hechos 20:24
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.
Marcos 8:34
Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo—, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.
Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.