15 Versículos de la Biblia sobre la Compasión

Efesios 4:32

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.

Lamentaciones 3:22-23

Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,
porque nunca decayeron sus misericordias.
Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
El gran amor del Señor nunca se acaba,
y su compasión jamás se agota.
Cada mañana se renuevan sus bondades;
¡muy grande es su fidelidad!
Que las misericordias del Señor jamás terminan,
pues nunca fallan sus bondades;
son nuevas cada mañana;
¡grande es tu fidelidad!

1 Pedro 3:8

Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables.
En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.
En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde.

2 Corintios 1:3-4

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.

Colosenses 3:12

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia.
Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia.

Romanos 12:15

Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.
Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran.

Zacarías 7:9-10

Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.
Así dice el Señor Todopoderoso:
“Juzguen con verdadera justicia;
muestren amor y compasión
los unos por los otros.
No opriman a las viudas ni a los huérfanos,
ni a los extranjeros ni a los pobres.
No maquinen el mal en su corazón
los unos contra los otros”.
Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Juicio verdadero juzgad, y misericordia y compasión practicad cada uno con su hermano. «No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre, ni traméis el mal en vuestros corazones unos contra otros».

1 Juan 3:17

Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?
Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?
Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?

Isaías 49:15-16

¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz,
para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?
Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.
He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida;
delante de mí están siempre tus muros.
¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho,
y dejar de amar al hijo que ha dado a luz?
Aun cuando ella lo olvidara,
¡yo no te olvidaré!
Grabada te llevo en las palmas de mis manos;
tus muros siempre los tengo presentes.
¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho,
sin compadecerse del hijo de sus entrañas?
Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré.
He aquí, en las palmas de mis manos, te he grabado;
tus muros están constantemente delante de mí.

Salmo 103:13

Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.
Tan compasivo es el Señor con los que le temen
como lo es un padre con sus hijos.
Como un padre se compadece de sus hijos,
así se compadece el Señor de los que le temen.

Isaías 30:18

Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros,
y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia;
porque Jehová es Dios justo;
bienaventurados todos los que confían en él.
Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad;
por eso se levanta para mostrarles compasión.
Porque el Señor es un Dios de justicia.
¡Dichosos todos los que en él esperan!
Por tanto, el Señor espera para tener piedad de vosotros,
y por eso se levantará para tener compasión de vosotros.
Porque el Señor es un Dios de justicia;
¡cuán bienaventurados son todos los que en Él esperan!

Hebreos 4:15

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado.

Isaías 54:10

Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
Aunque cambien de lugar las montañas
y se tambaleen las colinas,
no cambiará mi fiel amor por ti
ni vacilará mi pacto de paz,
—dice el Señor, que de ti se compadece—.
Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán,
pero mi misericordia no se apartará de ti,
y el pacto de mi paz no será quebrantado
—dice el Señor, que tiene compasión de ti.

Zacarías 10:6

Porque yo fortaleceré la casa de Judá,
y guardaré la casa de José,
y los haré volver;
porque de ellos tendré piedad,
y serán como si no los hubiera desechado;
porque yo soy Jehová su Dios,
y los oiré.
Yo fortaleceré a la tribu de Judá
y salvaré a los descendientes de José.
Me he compadecido de ellos
y los haré volver.
Será como si nunca los hubiera rechazado,
porque yo soy el Señor su Dios,
y les responderé.
Fortaleceré la casa de Judá
y la casa de José salvaré,
y los haré volver
porque me he compadecido de ellos;
y serán como si no los hubiera rechazado,
porque yo soy el Señor su Dios, y les responderé.

Miqueas 7:19

El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Vuelve a compadecerte de nosotros.
Pon tu pie sobre nuestras maldades
y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.
Volverá a compadecerse de nosotros,
hollará nuestras iniquidades.
Sí, arrojarás a las profundidades del mar
todos nuestros pecados.

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