16 Versículos de la Biblia sobre la Segunda Venida

Mateo 24:44

Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.
Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre.

Hebreos 10:24-25

Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.
Y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.

Apocalipsis 22:20

El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto».
Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
Él que testifica de estas cosas dice: Sí, vengo pronto. Amén. Ven, Señor Jesús.

Mateo 24:42

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor.
Por tanto, velad, porque no sabéis en qué día vuestro Señor viene.

Apocalipsis 22:12

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho.
He aquí, yo vengo pronto, y mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra.

1 Pedro 4:7

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.
Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración.

Apocalipsis 3:11

He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona.
Vengo pronto; retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona.

Apocalipsis 1:7

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
¡Miren que viene en las nubes!
Y todos lo verán con sus propios ojos,
incluso quienes lo traspasaron;
y por él harán lamentación
todos los pueblos de la tierra.
¡Así será! Amén.
He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén.

Apocalipsis 1:8

Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Hechos 1:10-11

Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: —Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.
Y estando mirando fijamente al cielo mientras Él ascendía, aconteció que se presentaron junto a ellos dos varones en vestiduras blancas, que les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo.

1 Juan 2:28

Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.
Y ahora, queridos hijos, permanezcamos en él para que, cuando se manifieste, podamos presentarnos ante él confiadamente, seguros de no ser avergonzados en su venida.
Y ahora, hijos, permaneced en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de Él avergonzados en su venida.

Mateo 7:15

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.
Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

2 Pedro 3:8

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
Pero, amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

Filipenses 1:6

Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.
Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.

Efesios 4:30

Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

Mateo 24:26-27

Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Por eso, si les dicen: “¡Miren que está en el desierto!”, no salgan; o: “¡Miren que está en la casa!”, no lo crean. Porque así como el relámpago que sale del oriente se ve hasta en el occidente, así será la venida del Hijo del hombre.
Por tanto, si os dicen: «Mirad, Él está en el desierto», no vayáis; o «Mirad, Él está en las habitaciones interiores», no les creáis. Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.

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